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Utilice el coaching con programación neurolingüística para solucionar su vida

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más importantes e interesantes que se han descubierto en los últimos años es que la salud está íntimamente vinculada con la cuestión mental, con los aspectos mentales. Cada vez se ha descubierto más la increíble relación que hay entre el sistema de defensa y el aspecto psicológico; de manera que, cuando una persona está psicológicamente fuerte, su sistema de defensa también lo está, mientras que cuando está psicológicamente débil, su sistema de defensa está debilitado y es más propenso a las enfermedades. En el caso de las enfermedades infecciosas, pero no es diferente en las enfermedades degenerativas, se sabe que el 85 por ciento de las enfermedades son degenerativas y solamente el 15 por ciento son infecciosas.

¿Qué pasa en esos casos de lo que llamamos enfermedades degenerativas? También existe una correlación muy fuerte entre los aspectos mentales y los procesos de enfermedad que veremos. 

En programación neurolingüística, sabemos de la enorme importancia del pensamiento y el lenguaje. De hecho, siempre decimos que están ligados: cuando pensamos, hablamos, esto genera programas internos a nivel de nuestra mente inconsciente y si estos pensamientos y ese lenguaje son negativos, es muy probable que nuestro inconsciente cambie el sistema inmunológico, cambie el médico interno y nos predisponga más fácilmente a enfermedades.

Por ejemplo, la gente que padece enfermedades como la diabetes, sabemos que es una insuficiencia para producir una hormona llamada insulina que es la que convierte los azúcares para poderlos digerir de una manera adecuada. Durante años, se han preguntado los expertos cuáles son los factores más importantes para hacer o provocar esta ineficiencia del páncreas para producir la insulina. Sabemos que procesos del pensamiento pueden llevar al proceso de la enfermedad. Sabemos entonces que la gente puede estar pensando «ya no hay dulzura en mi vida». Por lo tanto hemos asociado la dulzura con el azúcar. Siempre decimos «¿cómo van las cosas? ¡miel y dulzura!», la relación miel sobre hojuelas, en fin, hemos asociado lo dulce con cosas positivas, mientras que la sal con cosas negativas, por ejemplo, «¡no me eches la sal!», «¡esto está salado!», etc. De manera que nuestra mente y nuestro inconsciente tienen perfectamente claro que el azúcar es positivo en el caso de las situaciones que tenemos. Entonces, cuando se casa la última de una mujer y dice «hija, me da mucho gusto que te cases, por un lado es muy agradable, pero por otro lado se va la dulzura de mi vida, tú eres la que me sacabas a pasear aunque sea con el novio, pero siempre salíamos juntas. Ahora que te casas, me da gusto, pero por otro lado, me doy cuenta que se va la dulzura de mi vida«. Sabemos que el inconsciente va a tomar esa información y, como no hay azúcar en mi vida, entonces, descuida o genera procesos para acelerar esa descompensación o ese proceso de inhibición de generación de la insulina, como si la mente dijera «como ya no vamos a ingerir azúcar, dulzura, ya no necesitamos generar insulina» y aparece la enfermedad llamada diabetes.

La Organización Mundial de la Salud reconoce en un altísimo porcentaje más del 85 por ciento de las enfermedades como psicosomáticas, quiere decir que el problema es real, el origen es emocional. Cuando conocemos esto en las tecnologías de programación neurolingüística, podemos ayudar, a hacer una sinergia con los tratamientos médicos con nuestro doctor para apoyar los procesos de recuperación.

¿Aún no estás seguro de necesitar coaching?